Tal como ha empezado a popularizarse en los últimos años, esta expresión puede entenderse de dos modos. En primer lugar, el movimiento sangrado libre hace referencia al hecho de dejar fluir la sangre sin ponerle ningún tipo de barrera, tal como hizo Kiran Gandhi en la maratón de Londres de 2015. En este sentido, esta práctica ha permitido, como forma de activismo menstrual, visibilizar la menstruación y cuestionar así la manera en que ésta es tratada la nuestra sociedad.
Por otro lado, este término también consiste en escuchar a nuestro cuerpo para saber el momento en el que necesita evacuar la sangre. Y hacerlo entonces en el lugar que decidamos, normalmente en un baño. Esto fue lo que aprendí que mi cuerpo sabía hacer, probablemente desde mucho antes de que yo fuera consciente.
¿Cómo practicar el free bleeding?
Un día me bajó la regla a punto de coger el coche para empezar un fin de semana rural. En ese momento, sin la copa a mano, preferí no ponerme nada. Se lo conté a mi pareja, quien conducía, por si necesitábamos parar. Pero para mi sorpresa no fue necesario. Eso sí, salí disparada al baño al llegar.
Era la primera vez que lo hacía y no sabía si era fruto de la casualidad, del hecho que me acababa de venir la regla o si realmente era posible vivir la menstruación de este modo. Descubrí que había más mujeres que lo practicaban, y desde entonces decidí que yo también quería explorar este camino en mi modo de vivir la menstruación.
No obstante, cuando se escucha por primera vez el término menstruación libre lo primero que viene a la mente es que es imposible y que cómo vamos a controlar tal flujo torrencial. Pero no se trata de controlar, si no de escuchar. Y para ello conviene parar y observar nuestro cuerpo. Cuando una está acostumbrada a la copa, como era mi caso, se imagina que, durante la menstruación, nuestro útero es como un grifo abierto contra el que nada se puede hacer. Pero, en realidad, no sangramos las 24 horas sin parar. Si no que el flujo menstrual, sea ligero o abundante, es intermitente.
Observa y escucha a tu cuerpo
Busca ese momento tranquila en casa o en un espacio en el que te sientas cómoda, cuando tengas tiempo y estés relajada. Ve al baño, observa si tu cuerpo necesita expulsar tu sangre, y si no, espera. Cuando ésta llegue, no intentes retenerla, intenta primero acomodarte a la sensación de tu sangre bajando, para aprender a identificarla. Mancha si es necesario para sentir como se abre paso. Uno de los efectos secundarios más bellos de practicar la regla libre es la reconciliación con la mancha.
Hay mujeres que sienten el momento en que se abre el cuello del útero y éste empieza a expulsar la sangre, y lo describen como una leve contracción o vibración. Hay veces que se siente un cosquilleo en la vagina que avisa que la sangre está descendiendo, momento en que puedes ir al baño con el tiempo suficiente para evacuarla.
Al principio, puedes notar una sensación parecida a las ganas de orinar. Que, con el tiempo, ganará su propio matiz hasta identificarlo con la necesidad de menstruar. Cada cuerpo es diferente, y no necesariamente te identificarás con todo lo que hay aquí escrito. La clave es poco a poco familiarizarte con tu propia sensación.
Conecta con el suelo pélvico
Otro modo de practicar el free bleeding es activando el suelo pélvico, cerrando levemente la entrada de la vagina, sin contraer, sin apretar y sin fuerza. Simplemente poniendo consciencia. En mi caso siento como me lleno progresivamente cuando se va depositando la sangre, como si llevara la copa puesta. Llega un punto en que tu cuerpo te pide que te vacíes y al ir al baño y relajar, cae la sangre acumulada.
Antes de empezar con los ejercicios de Kegel, es mejor contactar con un profesional que evalúe tu caso, que pueda decirte qué entrenamiento hacer para mejorar tu tono. Y, sobre todo, cómo ganar autoconsciencia y sensibilidad. No obstante, puedes coger un espejo y mirándote, intentar abrir y cerrar tu vagina durante tu menstruación para ver cómo sale la sangre. Esto te ayudará mucho a conectar con tu cuerpo y conocer cómo se mueve y qué necesita. El momento ducha suele ser un buen momento.
Practicar ciertos tipos de yoga, o la danza del vientre, ayuda también no sólo a tonificar la zona, sino a conectar con ella de un modo diferente. En mi caso, estoy segura de que haber hecho siete años de danza oriental me ayudó muchísimo a reconocer las sensaciones de mi cuerpo y mi vagina.
Menstrúa fuera de casa
Cuando estaba cómoda practicando el sangrado libre en casa, pensé que podría integrarlo fuera. La primera vez, salí a tomar un café y gradualmente intentaba buscar un momento para dar un paseo o para coger el metro y alejarme cada vez más. Con la práctica y acumulando experiencias me sentí suficientemente segura como para adaptarme a cualquier situación.
Durante estos dos años, he menstruado en todo tipo de situaciones: trenes, aviones, baños públicos, bares, trabajo… Hay momentos en los que necesitas aguantar cinco o veinte minutos hasta llegar al baño, y otros en los que decides vaciar antes de sentirlo por comodidad, o porque sabes que no tendrás un baño cerca.
No obstante, hay veces en que calculas mal y manchas, o manchas por que sí, como la primera vez que estornudas, por ejemplo. Pero una vez lo sabes te preparas mejor para el futuro. En mi caso, aún no he vivido ninguna escena dramática, sino que son pequeñas pérdidas. Además, con el tiempo, integras de tal modo la menstruación en tu vida, que pierdes miedo a este tipo de escenas. Pero, si te incomoda mucho el hecho de manchar, puedes usar un salvaslip, compresa de tela o unas braguitas menstruales.
Ventajas de la menstruación libre
Desde que practico el libre sangrado, la menstruación ha pasado de ser algo que no tenía voz en mi vida a ser algo que está presente, tiene entidad y me conecta con mi cuerpo de un modo muy especial. Una de las cosas más bonitas, es que, al principio, cuando aún no lo dominaba del todo, estaba ansiosa por tener la regla para poder practicar. Y tener ganas de menstruar creo que es ganar una gran batalla en esta sociedad.
Por otro lado, he llegado a conocer mi menstruación de un modo que no habría imaginado. Tú también podrás reconocer cuando estás llena de tu sangre, apreciar la ligereza al acabar de menstruar, nuevas sensaciones en la vagina, a relajar o poner consciencia en tus músculos de un nuevo modo, a sentir la textura de tu sangre de un modo diferente, verás cuando cae muy líquida, muy espesa, o a cuenta gotas, y empezarás a reconocer el ritmo de tu menstruación. Es decir, cuándo tendrás el pico de más abundancia o cuándo tendrás más autonomía fuera de casa.
El free bleeding significa mucho más que no usar ningún producto de recogida de sangre menstrual, de hecho, se pueden utilizar según las ocasiones o necesidades. Es, ante todo, un gran ejercicio de autoconocimiento, escucha y amor propio, y sólo por ello, lo recomendaría a todo el mundo.
Be a #TabooBreaker
By Cèlia, estudiante de doctorado en Historia del Arte @freetheregla
Comentarios
Publicar un comentario